Cuando todos creíamos que Roma vería una final inglesa, apareció ese potente remate de Iniesta, que le dió el empate a Barcelona y clasificarlo a la gran final de la Champions League. Emocionantes minutos fueron los que se vivieron, cuando todo hacia presagiar que Chelsea se enfrentaría al Manchester. Muy temprano, los ingleses se habían adelantado en el marcador, mediante potente disparo de Essien a los 9'. De ahí en adelante, Barcelona encimó al Chelsea, pero no tuvo la contundencia que días atrás había demostrado en el Bernabeu, frente al Real Madrid. En la contra del Chelsea, Drogba tuvo para liquidarlo, pero se encontró con un Valdés bien parado y de soberbia actuación. Eto'o no resultó efectivo y Messi sintió los estragos de la marca, mientras que los centros de Dani Alves eran contenidos rápidamente por la defensa inglesa. En el segundo tiempo, Chelsea defendía su ventaja pero también desperdició ocasiones para liquidar. Barcelona insistía, pero sus ataques no eran claros. Las cosas empeoraron para los catalanes, cuando Abidal fue expulsado por infraccionar a Anelka. Los ingleses reclamaron una mano dudosa de Piqué en el área, pero el réferi no sancionó la pena máxima. Barcelona insistió y en el minuto 93', Iniesta recoge un pase de Messi y lanza el disparo que venció a Cech, desatando la algarabia de la hinchada 'culé'. Golazo y el pase a la final, gran premio para un equipo que no se rindió y luchó hasta el final. En Roma, Barcelona irá a buscar su tercer título europeo.
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